Aceite de Antimonio

En el libro Le Char Triomphal de l'Antimoine, Retz, Paris, Basilio Valentín, describe distintas preparaciones del antimonio y, entre ellas, la del aceite de antimonio con vistas a la preparación de la Piedra de Fuego.

La primera operación para extraer el aceite del antimonio es moler en un mortero metálico de bronce o de hierro, al menos uno o dos quilos de estibina de buena calidad que contenga un alto porcentaje de mineral.

Después de reducir la estibina a polvo muy fino, pasarla por un tamiz de 60 líneas por cm, poner el fino polvo mineral en un recipiente de vidrio Pirex y colocarlo en un fogón a gas de boca ancha dotado de baño de arena para calcinarlo. Esta calcinación tiene por objeto la eliminación del azufre químico del mineral de antimonio y se deberá hacer con mucha prudencia, con un grado de fuego adecuado, removiendo frecuentemente la mezcla con una cuchara de acero inoxidable de mango largo, como podéis ver en la imagen. Si no se remueve la materia frecuentemente se formarán aglomeraciones del mineral con su azufre, que tendréis de moler de nuevo y volver a calcinar.

Después de calcinar bien el antimonio adquirirá un color castaño claro y dejará de emitir el característico olor a óxido de azufre. Es una operación lenta para la que se requiere mucha paciencia para poder hacerla bien. Esta calcinación es la base de todo el trabajo, por eso, no debéis tener prisa en hacerla.

antimcalcin.jpg


Enseguida con este antimonio en polvo bien calcinado (como el Arte demanda), se procederá a la preparación del vidrio del antimonio. Basilio Valentín en los textos precedentes, señala que se deberá añadir bórax al antimonio en polvo.

Nunca hemos empleado este proceso y utilizamos solo antimonio sin adición de bórax, como se refiere en el texto siguiente. Nosotros lo vimos preparar en la Filiación Solazaref en Francia y lo elaboramos también en Portugal.

Echad en un crisol de tamaño medio el antimonio debidamente calcinado hasta llenarlo por completo y después colocad la tapa del crisol. Ponedlo en un horno de gas, sobre un ladrillo de cerámica refractaria, haciendo incidir directamente la llama del mechero en el centro del crisol.

De vez en cuando, con unas pinzas se saca la tapa del crisol y se verifica si el antimonio se ha fundido. Cuando esté completamente fundido, con las pinzas se saca la tapa y se agarra el crisol por su mitad, sacándolo del horno.

Se echa cuidadosamente el contenido sobre una lamina de cobre o de una piedra mármol. Después de enfriar, el vidrio se soltara fácilmente de la lamina de cobre o de la piedra mármol en forma de placas. Estas se parten en pequeños trozos que se guardan en un frasco de vidrio de boca ancha.

Glass of Antimony


El verdadero vidrio de antimonio canónico, obtenido sin adición de bórax, es de color castaño rojizo con pequeñas manchas obscuras como podéis observar en la imagen. Colocando una de estas planchas enfrente de una fuente de luz intensa como la del Sol se ve el color rojo vivo a través de la transparencia.

Glass of Antimony 2


Para hacer el aceite de antimonio es necesario moler el vidrio de antimonio canónico en un mortero de bronce o de hierro teniendo la precaución usar una máscara apropiada para evitar respirar el fino polvo que escapa del mortero. Después de la molienda es necesario pasarlo por un tamiz fino de al menos 60 líneas por centímetro.

Veamos, entonces, lo que Basilio Valentín, nos dice en la Pág. 170, Capitulo VII, De la Manera de Hacer el Aceite de Antimonio:

"Tomad vidrio de antimonio hecho sin adición, tanto cómo deseéis; pulverizadlo sutilmente y extraedle la tintura con vinagre destilado. Después de que hayáis sacado el vinagre y dulcificado su residuo, que es un extracto de la tintura, con un excelente espíritu de vino y que tengáis extraído por la segunda vez, lo encerrareis bien en un pelicano y lo circulareis durante un mes (quiere decir esta ultima extracción por el espíritu de vino), después de ese tiempo lo destilareis pura y simplemente sin añadir nada más. Y por esta simple destilación se obtiene un medicamento dulce, agradable y admirable en forma de un bello aceite claro y rojo con el que se prepara la Piedra de Fuego.

Este aceite es la verdadera y mejor quintaesencia de antimonio que se puede obtener, como he declarado en mi tratado anterior, y donde ya hice mención de que había cuatro especies de preparaciones o de instrumentos para separar la mencionada esencia, y que la quinta preparación competía a Vulcano."

Este texto describe como se prepara el aceite de antimonio a partir de su vidrio, en el lenguaje espagírico propio de la época.

La primera operación a ejecutar es la disolución en "vinagre fuerte" del vidrio del antimonio finamente molido (nosotros entendemos por vinagre fuerte el espíritu de vinagre destilado del vinagre de vino a 10º. Baumé). Esta operación, a pesar de parecer simple, requiere el necesario conocimiento del "toque de mano" (tener el toque - adquirido por la experiencia) para hacerla correctamente.

A continuación, tendrás que utilizar un circulador hecho con un cónico o matraz esférico de 2 litros y otro de 500 ml. Como vemos en la imagen.

Circulatum of Antimony


Echad parte del vidrio de antimonio finamente molido en el balón y, por encima de este, el vinagre. Poned el circulador en un horno eléctrico a la temperatura de unos 60º C. Agitad circularmente el balón inferior para que el polvo de vidrio se mezcle bien con el espíritu de vinagre.

Para facilitar la disolución del vidrio de antimonio en el espíritu de vinagre, agitad el circulador varias veces al día. Cuando la disolución esté bien saturada y sea de color rojo, agitad el balón inferior y sacar el superior. Echad la disolución en un frasco de vidrio de boca ancha por medio de un embudo con filtro. El polvo de vidrio no disuelto se quedará en el filtro. Guardar él liquido teñido de rojo en un frasco de vidrio oscuro.

Sacad el polvo de vidrio del filtro y secadlo a la temperatura de 60º C en una cápsula de porcelana. Volved a echar este polvo de vidrio en el circulador, y verted por encima mas espíritu de vinagre. Volved a disolver como antes para extraer toda la tintura del vidrio.

Cuando el vinagre ya no se tiña mas de color rojo intenso, repetid la misma operación, pero no guardéis el vinagre que no tenga un color rojo intenso. En este caso extraed por filtración el polvo del vidrio, al que agregaréis más polvo de vidrio que sea reciente.

Continuar con la misma operación hasta que consigáis extraer toda la tintura de vuestra provisión de vidrio de antimonio.

A continuación echad toda vuestra provisión de vinagre teñido en un alambique, y destiladlo con un fuego apropiado para la destilación del vinagre. Tened mucha precaución cuando la destilación se aproxime a su fin. Sacad el caput del alambique con una cuchara de madera y secadlo lentamente en una cápsula de porcelana entre 40-60º C para eliminar toda la acrimonia (acidez).

Cuando el polvo (que es un acetato) esté completamente seco, colocadlo en un circulador (pelicano) y echadle por encima espíritu de vino "soberanamente" destilado (alcohol de 98%). Circulad al menos un mes como el Maestro (B. Valentín) explica en el texto..

Después de la circulación, el Maestro nos dice: "... pasado ese tiempo destilareis pura y simplemente sin adición alguna. Y por esta simple destilación tendréis un medicamento dulce, agradable y admirable en forma de un bello aceite claro y rojo con el que se prepara la Piedra de Fuego. "

Basilio Valentín no es especialmente explícito en esta parte del texto y nos da a entender que después de esta ultima destilación, ya en el final, saldrá por el pico del alambique "un medicamento dulce y agradable".

La tintura del antimonio mismo después de ser circulada con el espíritu de vino es tóxica y solo perderá esta toxidad si pasa por el pico del alambique.

Desgraciadamente, por motivos ajenos a nuestra voluntad, no pudimos hacer esta ultima destilación y, por eso, no podemos confirmar la veracidad del resultado final de esta operación. La haremos cuando tengamos condiciones para preparar el vidrio de antimonio necesario, lo que supone tener las condiciones adecuadas para trabajar en la via seca del antimonio.

Aquí están descritas las operaciones principales que hicimos, así como el respectivo modus operandi, ilustrado con las correspondientes imágenes para aquellos que tengan las condiciones de laboratorio adecuadas para hacerlo.

Rubellus Petrinus