Una fundación sin ánimo de lucro existe como entidad jurídica por derecho propio y puede seguir prosperando sin la presencia de sus fundadores.
La incorporación pone la misión y la estructura de la organización sin ánimo de lucro por encima de los intereses personales de los individuos asociados a ella. Creemos que este es un aspecto importante para asegurar la continuidad.
Cuando se superan los intereses personales, se sientan las bases de una organización duradera.
También existe la ventaja de ser una organización sin fines de lucro porque se pueden generar ingresos de sus actividades públicas o solicitar donaciones (benéficas) del público o de sus socios.