el libro de lambspring

El Libro de Lambspring suele ser interpretado como la descripción de un proceso de alquimia de laboratorio, y sin embargo sus descripciones muestran un sorprendente paralelismo con el trabajo interior.

el laboratorio
y el oratorio

La alquimia ha sido considerada a menudo como una disciplina primordialmente, si no exclusivamente, relacionada con descripciones del trabajo de laboratorio. Se podría pensar entonces que es extraño, en este sentido, que una obra asociada al simbolismo alquímico incluya tan claramente pruebas del "trabajo interior". No rechazo la idea de que esta obra sea una encriptación de una secuencia de trabajos de laboratorio, ya que se pueden fácilmente resaltar varios elementos para justificar tal afirmación. Por ejemplo, se puede argumentar que la "Figura II" apunta a la elaboración del Regulus, en la que cierto mineral sulfurado, simbolizado por el dragón escamoso, es sometido por el hierro, simbolizado por la espada.

Esta reflexión sobre la distinguida obra "Libro de Lambspring" (Lambspring: Tractatus de lapide philosophorum), no es más que mi intento de retratar la iniciación. La referencia al libro completo se encuentra aquíEsta reflexión sobre la distinguida obra "Libro de Lambspring" (Lambspring: Tractatus de lapide philosophorum), no es más que mi intento de retratar la iniciación. La referencia al libro completo se encuentra aquí.

objetivo de este artículo

Omitiré a propósito varios aspectos y detalles de este trabajo que es mejor no decir. No se trata de una reflexión autoritaria, la verdad, no pretende serlo. La explicación completa de cada imagen podría fácilmente ocupar extensos volúmenes de escritura. Esta reflexión es un esfuerzo serio por destacar la realidad de que la alquimia es mucho más que manipulación química y que nuestros hermanos de antaño también sabían esta importante comprensión.

Ahora, sobre la obra en cuestión: hay más de una versión disponible, en la que se representan varios detalles de forma ligeramente diferente. Voy a destacar algunas ligeras variaciones, pero en la secuencia general de iniciación importa muy, muy poco para el significado.

No me excuso en señalar que mi servicio a este trabajo no es lingüístico. Dejaré que otros con mayores conocimientos que yo aborden esa parte de este trabajo. El Sr. Adam McLean ha publicado tal intento para el mundo de habla inglesa. Y le agradezco su gran servicio porque utilizo algunas partes del texto en las que mi interpretación de una imagen sería muy difícil de entender sin un texto (para los que no han pasado por la iniciación).

figura i

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De inmediato nuestra vista se enfrenta a dos peces que nadan de forma opuesta. El texto traducido se refiere a la naturaleza de los peces de la siguiente manera:

Esos dos peces están en nuestro mar,
Sin nada de carne ni huesos.

Lo que puede ser importante observar aquí son las corrientes de movimiento opuestas. Esta realidad crea de forma natural lo que puede denominarse una "tensión de opuestos". Los dos peces no nadan alejados el uno del otro, sino que directamente crean ondas sobre el tejido del río. Esta noción filosófica contenida en esta imagen no es particularmente única ni sorprendente. Ya desde Platón, filósofos de renombre han descrito el mundo de la dualidad. Los físicos de hoy en día mantienen igualmente el principio de que existe una dualidad onda-partícula en microfísica. Aquí se habla claramente del hecho de que todos los iniciados están dentro de un sistema binario.

La referencia al río sigue tal y como se ha descrito:

Entonces ellos también se convertirán en un vasto mar,
Cuya inmensidad ningún hombre puede describir.

En otras palabras, el río es un contenedor indefinible. Los junguianos se referirían a este estado como el inconsciente. La cita anterior que se refiere a los peces "sin nada de carne ni huesos" significa simplemente un estado de potencial no manifestado.

La nave a vela, llamémosle bote o barco, tiene una finalidad específica. Se inventó para aprovechar una forma de energía disponible libremente. En este contexto, aunque parezca un detalle insignificante, esta obra utiliza de manera intencionada el simbolismo de un velero como opuesto al de una canoa, o un trozo de tronco o incluso un hombre nadando.

La energía del viento puede ser sin duda un factor de influencia. En efecto, parte de la locomoción del velero se producirá de forma natural por la corriente del río. Sin embargo, se trata de un proceso lento en comparación con la potencia del viento. En este detalle, vemos la distinción que hace la obra entre la mentalidad de los no iniciados y la de los iniciados. Se dice que el progreso [espiritual] de los iniciados es acelerado en comparación con el de los no iniciados. Utilizando la analogía dada aquí, el iniciado reconoce esta forma de energía (es decir, la influencia oculta) comprometiéndose conscientemente en el proceso de iniciación de la misma manera que el capitán de su barco utiliza las velas orientadas para impulsar la nave hacia adelante. El barco en sí, como es el ego, sólo está ahí de paseo.

Oculta tus conocimientos para tu propio beneficio,
y te librarás de la pobreza.
Sólo deja que su descubrimiento siga siendo un secreto íntimo.

En otras palabras, el viaje espiritual que puede iniciarse a conocimientos más profundos parece no estar disponible para aquellos que no conocen el secreto estrechamente guardado. O, también, para aquellos barcos (iniciados) que aparecen aparcados en el astillero, lo que significa que se resisten al cambio.

A la derecha de la orilla, se nos muestra una pequeña ciudad y un astillero. Como una estructura hecha por el hombre, la ciudad simboliza un sistema aprendido, una función inteligentemente organizada y diseñada. Es representativa de la herramienta que todos los no iniciados tienen a su disposición: el intelecto de la mente. En el lado opuesto de la orilla, encontramos una representación simbólica del territorio salvaje, inexplorado y desconocido aún por experimentar. Y para frustración de los no iniciados, al menos por el momento, está fuera del alcance del intelecto.

Otro punto a destacar es la representación de otras embarcaciones en el río (de la vida) que se extienden por un camino lleno de curvas. No hace falta interpretar mucho para afirmar que ningún iniciado es el primero ni el último en embarcarse en el camino de la iluminación.

figura ii

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En el sistema binario, la dualidad, por definición, implica fuerzas opuestas. Aquí tenemos un dragón de tamaño natural y un soldado con armadura y espada en mano. A quienes estén familiarizados con las hagiografías cristianas, les vendrá a la mente el dragón perforado por el arma de San Jorge a caballo.

El barco ya no está. Lo que puede pasar desapercibido en esta escena es que la verdadera dirección de la iniciación ha tomado rumbo. No hacia el poblado o el astillero, sino hacia lo desconocido. Hacia lo salvaje. La batalla se desarrolla en un terreno firme y fértil. Esto también nos enseña que el dragón ardiente no puede transformarse de forma significativa sólo con el intelecto. (Las próximas imágenes reforzarán esta noción a medida que avancemos en nuestro viaje).

Este dragón es el guardián del sistema binario. (Los psicólogos verán sin duda este dragón como un aspecto no redimido de la humanidad). Es una fuerza real que emerge de la lección que todos los iniciados tendrán que resolver algún día si quieren tener éxito. Los junguianos han etiquetado tradicionalmente a este dragón como algo universalmente presente en la psique humana. Incluso le dieron un nombre inolvidable sobre el qué juré silencio, pero cualquier investigador lo encontrará, si tiene la voluntad de buscar.

El símbolo de la espada ha cobrado notoriedad en la literatura oculta, y en la alquimia no es una excepción. Aquí lo veremos como el fuego interno de purificación, energía, o en términos de física, como frecuencia. En otras palabras, la iniciación no es una empresa intelectual sino un verdadero cambio de transformación energética. Y podríamos llegar a decir que se trata de un cambio de frecuencia, como diría la física. No diré nada más sobre este importante detalle, salvo animar al lector (o a la lectora) a que investigue esta idea si así lo desea.

figura iii

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En la orilla izquierda, continuando con el tema de la naturaleza, se representan dos criaturas terrestres de cuatro patas: un ciervo y un unicornio.

Diré en primer lugar que esta escena muestra otro elemento del mundo de la iniciación. Citaré varias secciones del texto en inglés que lo acompaña para aportar más luz, antes de exponer la finalidad de esta imagen en el conjunto de la obra.

El texto afirma:

Ellos [el ciervo y el unicornio] están ocultos en el bosque,
Pero feliz será llamado ese hombre
que los atrapará y capturará.

Aquí tenemos la respuesta de por qué el iniciado (es decir, la conciencia, el conocimiento enfocado) ha sido guiado hacia lo desconocido en lugar de hacia el poblado (conocido como intelecto). Pues lo desconocido es el lugar que les corresponde a ambas criaturas. Claramente, estamos tratando con una noción que dice que lo desconocido, el inconsciente, está lleno de información vital. Así que el iniciado que capte esta sabiduría será "feliz". Esto se refiere simplemente al hecho de que vale la pena perseguir esta conciencia enfocada.

Así continúa el texto:

Los Maestros te muestran aquí claramente
Que en todas partes
Estos dos animales vagan por los bosques
(Pero que sepas que el bosque no es más que uno).

Esta descripción muestra claramente que no estamos hablando de "animales" sino de un fenómeno o representación de la realidad que habla de su propia naturaleza y que además confirma la ley del Hermetismo, que todo es uno.

Si lo dicho anteriormente es cierto, ¿qué debemos hacer con los símbolos que estos animales en concreto fueron elegidos para representar?

Si examinamos la naturaleza de un ciervo, su cornamenta cae y crece regularmente como parte de su naturaleza. En este sentido, además de la prominencia visual de la cornamenta, no es descabellado decir que el ciervo representa el Árbol de la Vida. Pero el ciervo, por su naturaleza, también apela a la fecundidad, así como al ritmo de crecimiento y renacimiento; y entonces podemos acordar que las dos últimas cualidades son las que mejor ejemplifican la iniciación.

¿Y qué hay del unicornio?

Los historiadores, si queremos confiar en ellos, nos dicen que el unicornio ha simbolizado tradicionalmente poder. Esto se debe a su cuerno largo y protuberante, no muy diferente al de la espada de nuestro iniciado. Sin embargo, mientras que la espada es un complemento del armamento del caballero, el cuerno del unicornio sale de su cabeza, de forma natural. En otras palabras, el poder que simboliza este animal es una fuerza interior innata. Así pues, estamos ante una descripción de lo que el iniciado necesitará para subir al Árbol de la Vida y experimentar el renacimiento: sencillamente, un compromiso inquebrantable (fuerza interior).

figura iv

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Este simbolismo en particular es probablemente la imagen más conocida en la alquimia, aunque aquí, en el Libro de Lambspring, se presenta de forma ligeramente diferente. Se nos muestra un león macho y una leona hembra. Abrazándose el uno al otro. Alejándose del río (representado en el fondo). Ambos viajando en la misma dirección. Lo cual quiere decir que no hay ningún conflicto en este caso.

¿Puedes adivinar qué popular icono alquímico está representado?

Si has dicho el Rey y la Reina de la naturaleza, tienes razón. Si has dicho los infames Rebis, también tienes razón.

El símbolo del andrógino es bien conocido en los círculos de la alquimia. Una corriente de aspectos masculinos y femeninos integrados en un solo ser. Aunque en este caso tenemos dos animales separados, la clave está en la misma naturaleza, representada por ser ambos leones.

Esta particular etapa de la iniciación es indicativa del exitoso final de la batalla entre el dragón y el iniciado que blande la espada. En el "Theatrum Chemicum" de Basilio Valentín, el hermafrodita se levanta con éxito sobre un dragón de fuego, lo que da mayor fuerza al concepto representado aquí.

En otras palabras, también podemos interpretar con toda seguridad que esta imagen habla de la consecución del equilibrio entre las dos corrientes de conciencia existentes en el interior del iniciado: la masculina y la femenina. Teniendo ninguna más autoridad que la otra.

figura v

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Un puente en el fondo está conectando dos lados, dos masas de tierra, que de otro modo el río mantendría separada. (Siendo estos lados lo desconocido y el intelecto.) A lo que esto se refiere, de manera general, es que con la ayuda de la experiencia iniciática, nuestro intelecto es ahora capaz de hacer conexiones más profundas. A esto nos referimos como iluminación.

En tierra, un lobo ligeramente más grande desencadena un ataque contra un perro domesticado de batalla. El texto, al cual me remito a continuación por su importancia, nos lo cuenta:

Uno mata al otro,
Y de ellos sale un gran veneno.

El "veneno" al que alude este texto es percibido por el iniciado, que se encuentra en proceso de iniciación, como la muerte (de la identidad). La palabra "iniciación" comparte el significado de la palabra griega "teleutan": morir, dar muerte, no en un sentido literal, sino más bien como el cruce de un umbral hacia otra vida. Una especie de puerta de entrada, podríamos decir. Esta metamorfosis representa una muerte al mundo mundano donde las cosas que antes eran importantes se derrumban.

Durante nuestro método de iniciación, tales experiencias pueden alejar a un iniciado y también pueden exponerlo potencialmente a colapsos mentales e incluso a la psicosis. Por eso consideramos la iniciación como una empresa sagrada, destinada sólo a aquellos estudiantes que están seriamente comprometidos.

El lobo salvaje [es decir, lo desconocido] representado ligeramente más grande que el perro domesticado [es decir, el intelecto] también puede contener una pista sobre el hecho de que, independientemente del gran poder de nuestro intelecto, cuando se trata de éste viaje, el aspecto desconocido de la misma siempre parece ser más poderoso. Esto establece una dinámica interesante que requiere que el iniciado se entregue a la orientación de un Guía experimentado o que perezca, figuradamente, de confusión absoluta.

figura vi

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Dentro de la tradición alquímica, si hay un símbolo que ha calado más que ningún otro dentro de una gran variedad de obras, es sin duda éste, el del ouroboros. Ante nosotros descansa firmemente un dragón alado que muerde su propia cola. Ningún otro elemento animal o humanoide aparece aquí.

También observamos un hecho contrario si lo comparamos con la Figura II, en la que el dragón se representa como un adversario. En este caso, ese mismo dragón alado aparece engullido por su propia actividad.

Para desvelar el secreto que aquí se guarda, me remitiré a la observación de van Helmont: "Esta serpiente se ha mordido a sí misma, se ha recuperado del veneno y en consecuencia no puede morir" (Imago fermenti, p. 72). En la anterior figura V, supimos que se produjo una gran batalla que culminó en un " veneno ". Ésta fue experimentada en un territorio desconocido. Es decir, la iniciación es un proceso que no puede darse sin una revelación basada en experiencias personales. Por decirlo de otro modo, no se puede prever (el viaje) de antemano. Cualquier batalla interior, independientemente del grado de severidad, sólo atestigua el hecho de que aún no se ha llegado a la armonía.

También habla del llamado a la entrega. El iniciado aceptó a sabiendas el posible veneno al seguir el viaje y llegó a entender que la muerte no era como se temía anteriormente.

Entonces, ¿qué significado tiene este dragón dentro del contexto del viaje?

Significa la solución al enigma que acosa a muchos iniciados: ¿cómo vencer al dragón? Y cómo no quedar completamente confundido o sentirse desalentado por el viaje de la iniciación.

(Antes de continuar, me gustaría mencionar otro conocido aforismo de la alquimia: solve et coagula. La figura VI es un ejemplo de esta verdad química del laboratorio; sin embargo, aquí representa su contrapartida en el trabajo interior).

figura vii

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Se nos muestra un lugar específico en una ladera elevada de la montaña. Allí se encuentra un árbol firmemente arraigado. En una de sus ramas se asienta un nido. Esto nos lleva a concluir que lo que se ganó antes en la conquista de nuestro yo, condujo esta escena a un territorio más elevado (conocimiento superior). Se está representando la noción de que la iniciación es una evolución espiritual. Sin embargo, la imagen muestra que aún no se ha llegado cerca de su culminación.

El texto dice:

Aquel que está abajo sujeta al que está arriba,
Y no lo dejará alejarse del nido.

Así pues, hemos de entender que la dinámica que se presenta aquí está eternamente unida (o al menos hasta que el ave que anida esté viva) al suelo terrestre. Independientemente de los esfuerzos de propulsión del pájaro en vuelo, éste queda para siempre "fijado". (Debo añadir aquí también que existe una versión ligeramente diferente de esta imagen; una que tiene una cadena dibujada alrededor de los pies del ave en vuelo).

He de confesar aquí que esta imagen fue el primer símbolo que mereció una cualidad distintiva, al menos en mi mente, con respecto a otras obras sobre el viaje espiritual. La mayoría de las disciplinas espirituales parecen promover sistemas que abogan por un acto o instancia de huida de nuestros problemas. Escapismo, en general. Sin embargo, en esta imagen se encuentra la lección de que, independientemente de cuál sea nuestra intención espiritual, también es necesario estar arraigado en la vida cotidiana, terrestre y mundana. ¿Cuál sería el sentido de la iniciación si no fuera también preparar al iniciado a vivir plenamente preparado para la vida terrestre? ¿Cómo podría uno llevar a cabo nuestro propósito espiritual si no fuera un maestro de nuestros asuntos terrestres?

Hablando de esta noción, esta parte del texto dice:

Un polluelo siempre intenta volar a lo alto,
El otro se alegra de sentarse tranquilamente en el nido;

Y pasa a establecer una analogía,

Como marido en una casa con su mujer,
Unidos en los más estrechos lazos del matrimonio.

Esta imagen, por tanto, está diciendo claramente que nuestra vida espiritual se expresa íntimamente en nuestra vida cotidiana, terrestre. Así prosigue el texto:



Oímos dos pájaros en el bosque, pero debemos entender que son uno solo.

Y esta íntima conexión entre lo de arriba y lo de abajo es evidente, independientemente de que uno se encuentre en un lugar más elevado, tal y como se representa mediante el nido en este árbol.

También se nos presenta un vínculo entre esta figura VII y una anterior, la figura III. Concretamente con el simbolismo que proporciona el ciervo. Hemos visto que la noción del Árbol de la Vida es importante en esta obra. También aquí, en la figura VII, vemos que se menciona en forma de pájaro que abandona un nido terrestre y que, sin embargo, tiene que volver, ya que el vínculo entre el Cielo y la Tierra es el "vínculo matrimonial". El árbol (del conocimiento) parece asumir aquí nociones como la del símbolo del ciervo. No sería descabellado decir que ello se refiere al hecho de que el conocimiento espiritual ha de ser bajado hacia la vida terrestre.

(En algunas versiones de esta figura VII, el caracol al pie del árbol se ha suprimido, o bien se puede razonar que en esta versión ha sido añadido ese concepto. Sin que esto suponga una diferencia drástica respecto a lo anteriormente expuesto, el símbolo del caracol se inspira en los motivos del eterno retorno al hogar, la muerte y el renacimiento).

figura viii

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En la parte periférica, encontramos varios detalles aquí que son tan significativos como la acción que se desarrolla en el centro.

Un barco de vela aparece dibujado en el río. Esta referencia típica de fondo sencillamente le indica al lector que tome nota, que esta escena de acción trata de un atributo del iniciado. A la derecha del río, claramente visible, hay una población.

Al margen de la imagen encontramos un árbol en primer plano y, si observamos con atención, veremos tres ramas rotas. Superficialmente, sin entrar mucho en detalles, esto hace referencia al hecho de que este "atributo" requiere numerosos intentos y tentativas por parte del iniciado para ser superado - por ejemplo, aquí se representan tres intentos. El árbol es obviamente un símbolo de una imagen anterior, el ciervo (Árbol de la Vida).

La acción principal se sitúa al centro, sobre la tierra salvaje, el territorio inexplorado.

Dos pájaros luchan en el suelo. Uno desde arriba, mirando hacia abajo. El otro en posición sumisa, desde abajo mirando hacia arriba. Esta Figura VIII está siempre vinculada a la noción anteriormente establecida y presentada en la Figura VII. En muchos casos, hay una lucha entre nuestro propósito espiritual ( a saber, arriba) y con el de nuestras necesidades terrestres ( a saber, abajo).

Sin embargo, esta imagen también llama al iniciado a tomar parte de la llamada superior, representada por las criaturas del aire. La presentación de criaturas terrestres resultaría engañosa. Para el iniciado exitoso, la espiritualidad siempre será lo primero. Cuando se introduce el motivo del "cuerpo y el espíritu" y el texto subraya que "uno devora al otro", se habla ampliamente de cómo el sistema binario es superado. La mejor manera de etiquetar esta imagen es como el "sacrificio de lo viejo". El iniciado debe despojarse de los modos de lo mundano (inferior) y ser plenamente animado por lo superior. Paradójicamente, el texto explica y nosotros comprendemos que:

Se muerden el uno al otro, y uno es asesinado
Y devorado por el otro.
Entonces ambos se transforman en palomas blancas, explica el texto.

De este modo, al seguir nuestro propósito espiritual, tanto lo mundano como lo espiritual consiguen "una vida más gloriosa". En otras palabras, ambos se benefician.

figura ix

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Nuestra atención, en primer lugar, debe dirigirse al puente de piedra (en la distancia) que conecta los lados izquierdo y derecho de las dos masas de tierra. Ambos lados del río se encuentran ahora poblados por edificios.

Nuestro rey se encuentra ahora sentado en su trono sostenido por tres pilares a la vista; un cuarto pilar a la derecha y en la parte trasera del rey, el cual probablemente también se encuentre allí, aunque no sea del todo "visible" en esta imagen, sí que parece estar insinuado.

El palacio de piedra que encierra el trono real también presenta la misma curva arquitectónica que la del puente sobre el río. Siete escalones de piedra que conducen al trono. Si contáramos las siete imágenes anteriores, obtendríamos una imagen clara de la sabiduría que se atribuye a cada uno de los siete escalones del viaje que se ha realizado hasta el momento. La primera imagen, la Figura I, no esta incluida en esta imagen, se limita a explicar el sistema binario, la naturaleza de fondo, de la iniciación. La primera imagen no es un escalón de piedra, una experiencia, como las siete imágenes previas.

El imaginario de la piedra nos está indicando que algo bastante real se ha materializado en contraposición con el texto del principio de nuestro viaje, donde se destacaban especialmente los dos peces binarios que nadaban en direcciones opuestas, "sin carne ni huesos". También quiero identificar aquí que el éxito de la iniciación conlleva un estado que se caracteriza por una forma de vida completamente diferente (en contraposición al estado no iniciado). En un sentido real entonces, el iniciado no está operando o influenciado por el survivalismo del sistema binario. Se nos muestra, en lugar de los dos peces opuestos, sólo uno. Es claramente una indicación directa de que este rey está más allá del sistema binario; la guerra de la dualidad interior ya no existe.

En el texto, se le denomina "Señor de los Bosques", una referencia al hecho de que salió victorioso del inconsciente. En otras palabras, no se apartó de la iniciación, no se perdió en el miedo (es decir, en el veneno), la confusión o la negación, no se infló (la tendencia del ego al narcisismo) y descubrió el secreto de cómo superar al guardián de lo binario, al dragón.

Sostiene en su mano derecha el globus cruciger (latín, "orbe que porta la cruz"), que simboliza el dominio del mundo binario. En su mano izquierda, un bastón. El báculo representa la voluntad superior de quien lo sostiene. En el trono de piedra se observa una imagen significativa, dejaré que el lector rellene el espacio vacío sobre este elemento en particular. ¿Hemos visto este símbolo en otra parte, anteriormente en la obra?

Ahora sus pies descansan cómodamente sobre el dragón que el iniciado con espada enfrentó en la figura II. La transformación mental ha pasado de un intento feroz y belicoso a la sumisión. El aspecto de la sumisión, la entrega a un propósito superior, es un elemento crítico en el camino avanzado de la iluminación. Todos los iniciados tendrán que elegir: volver a la guerra interior en el binario (rechazando nuestro Ser Superior) o convertirse en un siervo real, un humilde amo de la Voluntad Superior.

figura x

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Se puede decir que esta Figura representará probablemente la más audaz de las interpretaciones en esta secuencia del proceso iniciático.

Una salamandra es claramente engullida por el fuego. Se muestra una figura semidesnuda, que no es la habitual caricatura del iniciado. Esto se refiere simplemente al hecho de que esta imagen intenta identificar un estado particular. Está semidesnudo. (Lo más probable es que estuviera desnudo si no fuera por la fuerte influencia del tema Cristiano en esta obra). Tiene el pelo corto, a diferencia del corte de pelo de los iniciados hasta los hombros. Tiene adornos en ambas piernas. Una rosa decorada se encuentra en la cuerda que rodea ambas piernas. Con una lanza saturniana en mano, atiza el fuego. El humo se eleva mientras este fuego "le da un tono muy glorioso" (citando aquí el texto traducido).

Entendida correctamente, esta particular etapa de la iniciación (como preludio de la siguiente, Figura XI) pone de relieve un estado energético, una elevación de frecuencias. Un estado acelerado que permite al iniciado ser abierto a las "fuerzas invisibles". Este motivo lo encontramos sucintamente en la figura I. El iniciado debe rendirse a la comprensión de que existen influencias invisibles en la vida, al igual que el velero es impulsado por el viento invisible (pero que se siente).

Un alquimista de laboratorio comprenderá rápidamente los efectos energéticos (descritos aquí) también presentes al ingerir "la piedra de fuego" preparada alquímicamente. En otras palabras, los elixires preparados en el laboratorio y luego ingeridos pueden experimentarse de manera similar a los efectos de una iniciación avanzada del trabajo interior.

Visto en este contexto, no es de extrañar que a lo largo de la historia de la alquimia gran cantidad de símbolos pudieran referirse indistintamente al trabajo de laboratorio o al trabajo interior.

figura xi

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Como resultado de haber elevado con éxito sus frecuencias y de haber permitido al iniciado experimentar mundos superiores, o dicho simplemente, de haber purificado su cuerpo de escoria, se abre una puerta en la orilla izquierda del río. Hacemos referencia al iniciado ya que, en el fondo, se observa un velero. Al haber pasado por este estado de aceleración, el iniciado, ahora nacido nuevamente a partir de esta experiencia, la consolida como un entendimiento intelectual (simbolizado por la aparición de un gran castillo en la orilla izquierda de la tierra). No se necesita más teoría, la experiencia lo dice todo.

El Yo Superior está simbolizado por la figura que lleva corona y barba. La corona simboliza el conocimiento superior, "divino", y la barba significa "sabio". También lleva un báculo, símbolo de la adquisición permanente de voluntad superior y de autoridad. En otro sentido, el báculo también representa ser el maestro del fuego interior, el control interior de la frecuencia. Este es un concepto clave aquí: todo este viaje es el del iniciado elevando su frecuencia. (No es de extrañar entonces que muchos de los simbolismos Herméticos de Occidente puedan intercambiarse con los del Lejano Oriente).

Obsérvese que el iniciado no lleva el báculo en la mano. En este punto del proceso de iniciación, el iniciado no ha alcanzado lo que representa este símbolo del báculo. Se encuentra de la mano de su Yo Superior, por un lado, y del Guía, por el otro. Esto habla de la realidad de que el propósito del Guía en la iniciación es colocar al iniciado en la mano de su Ser Superior.

El hecho de que el Guía alado levante la mano izquierda indica que su servicio ha concluido. ( Dentro del mito del cristianismo, lo que llamamos Guía puede ser referido como Pastor. Y el término al que nos referimos cariñosamente como iniciado se llamaría peregrino).

figura xii

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En el corazón de la iniciación, el Guía desempeña un papel crucial en la conducción del iniciado hacia la Tierra Superior. El simbolismo de una montaña hace referencia a un gran número de tradiciones y mitologías en las que se caracteriza el lugar de encuentro entre el Cielo y la Tierra. Mientras que generalmente vemos escaleras, sogas que también representan el concepto de ascensión (por ejemplo, las Bodas Químicas de Rosenkreutz), aquí, en esta obra, debemos entender que el cambio de frecuencia no se enciende desde otro lugar que desde el interior. La figura X nos ofrece esta clave.

Desde esta rara posición ventajosa, igual a la del Guía, el iniciado es capaz de ver desde "arriba", el paisaje de "abajo" (para usar un concepto a menudo trillado en alquimia). Tanto la mano derecha del Guía como la del iniciado apuntan hacia abajo, mientras que sus manos izquierdas apuntan hacia arriba. También somos conscientes de que la palabra "manifestación" deriva de la misma raíz que "manus", la palabra latina para "mano". Así que se nos enseña de nuevo que "lo que está arriba, se (manifiesta) en lo que está abajo", mostrado por nuestro Guía. Para explicar esto en el contexto de la verdadera iniciación, visión raramente discutida, un auténtico propósito espiritual no se origina en la voluntad inferior, el ego. Si éste no ha sido adulterado, entonces el propósito (es decir, la orden, lo que el iniciado hace o deja de hacer) se manifestará desde Arriba, desde el Ser Superior.

Hay una sensación de armonía en esta visión, simbolizada por el sol y la luna en simetría y la cima de la montaña formando la linea de simetría.

Otra observación que hay que señalar aquí es que han pasado los días de las tierras salvajes. En el fondo, vemos poblaciones y pequeños castillos. Los pájaros vuelan, representando una frontera entre la cima de la montaña y el mundo de abajo. Sólo una iniciación exitosa puede ayudar al iniciado a cruzar esa frontera atmosférica. Me viene a la mente otro aforismo Cristiano machacado: "En el mundo pero no del mundo".

figura xiii

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Esta particular imagen dentro de la secuencia de esta iniciación alquímica representa un avance importante. Tendría sentido, empleando sólo la filosofía del cristianismo, que se describiera engañosamente esta escenificación del evento como " un padre comiéndose a su hijo pródigo que ha regresado". Freud también estaría orgulloso de tal interpretación psicoanalítica, sin duda. Mi interpretación revelaría lo contrario, especialmente cuando se examina a la luz de la verdadera iniciación.

En la Figura XII, descubrimos que el Guía introdujo al iniciado en el Conocimiento Superior. Mientras que esto sería suficiente para un iniciado puramente intelectual como marca de éxito, hay más en la historia en este caso... la decisión más difícil le corresponde a nuestro iniciado ahora. Esto es, estar en completa servidumbre de su Ser Superior o no. ¿Vamos a vivir nuestra Voluntad Superior, lo que algunos llamarían propósito espiritual, o no?

Mientras el Guía alado está físicamente presente (haciendo un gesto con la mano equivalente al de la escena anterior, "Como es arriba, es abajo"), también señala al rey (Yo Superior) tragándose al iniciado. La realidad del ego de mantenerse inflado o en estado de negación, y en gran medida centrado en sí mismo, llega a su fin y el Yo Superior "absorbe" entonces al yo inferior (iniciado). En el pensamiento del siglo XVI, la caricatura de un padre que se come a su hijo expresa magistralmente esa noción en esta peculiar imagen.

figura xiv

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Meditativo, encontramos a nuestro transformado iniciado. Ahora, un rey de renacimiento,reflexionando y digiriendo lo que ha heredado (su ser inferior, el hijo). Mientras que el Conocimiento Superior proporciona una perspectiva que ninguna persona no iniciada puede comprender. También, conlleva responsabilidades que provocan en nuestro iniciado una sensación de preocupación, retorcimiento, retracción y pesadez de corazón o, como señala el texto, "el padre suda profusamente". Notarás que la sábana está retorcida alrededor de los dos postes de la cama. Si existiera un diálogo moderno para esta imagen, seguramente diría: " Oh Dios, ¿qué he hecho; en qué me he metido?". Tal dramática representación visual del estado emocional de nuestro iniciado, perplejo interiormente (por lo que ha comprendido), se utiliza mucho en esta secuencia del trabajo alquímico.

Hay otro aspecto de esta imagen que me resulta incómodo discutir aquí. Es mejor dejarlo para los iniciados que lleguen a esta etapa de iniciación. Digamos simplemente que tiene que ver con una determinada toma de conciencia.

Esta Figura XIV podría llamarse tranquilamente el verdadero carácter de un iniciado. ¿Se entregará él (o ella) a una Llamada Superior? También hay que decir que una iniciación adecuada consiste principalmente en conectar al iniciado con su Ser Superior.

Así que pregunto, ¿comenzarían la mayor parte de los iniciados este viaje si tuvieran conocimiento anticipado de lo que realmente les espera? ¿No se resiste el ego, por definición, a tal iniciación? ¿No tendría más sentido que el ego quisiera entonces subyugar a su Yo Superior? Para reinar continuamente a lo grande y de forma relevante, para controlar hasta la muerte todo lo que se le cruce, y para ser lo que lamentablemente consideramos como un odioso dictador. Por esta misma razón, el aforismo de la iniciación debería leerse propiamente así "Muchos son los llamados, pocos los (dispuestos a escuchar o) elegidos".

figura xv

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Aquí nos percatamos (al analizarlo dentro de la cadena de actos) de que el iniciado ha tomado su decisión. ¿O es que se dio cuenta de que nunca tuvo elección?

En esta última imagen, el iniciado se ha levantado de su cama y aparece visiblemente sentado a la par de su Yo Superior. También ha recibido el báculo, representante de la Voluntad Superior. Me pareció especialmente gratificante ver que la mano izquierda del Guía continúa apuntando hacia el Ser Superior. La vida de un verdadero iniciado no siempre es racional. No tiene por qué serlo. Porque se trata de una vela desplegada; un barco que viaja dentro de un sistema espiritual que se basa en lo que los antiguos maestros llamaban "revelación". Así es la naturaleza del trabajo interior.

El Guía alado (que simboliza la visión superior) está situado en el centro, ya que sin un Guía experimentado, un iniciado no podría emprender este viaje iniciático.

Observará también que detrás de las tres figuras hay una sábana suspendida que cuelga de dos pilares. Este detalle remite, una vez más, al efecto de las ondas en la superficie de un estanque creadas por el impacto de un objeto. Este simbolismo es característico de los fenómenos asociados a la emanación de Dios, en la antigüedad. El simbolismo cristiano permanece aquí.

Si comparamos el detalle de la sábana con la imagen anterior, la figura XIV, en la que se dibuja enrollada alrededor de los dos postes de la cama, vemos estas ideas entrelazadas.

conclusión

La figura I puede considerarse tradicionalmente como una descripción de la naturaleza de la realidad. También caracteriza en detalle los diversos aspectos de la dinámica interna del iniciado.

Los siete peldaños de piedra (o podrían denominarse como visiones iniciáticas) de las figuras II a VIII conducen al trono, figura IX. Estas siete imágenes reveladoras muestran diversas escenas de acción. Presentan de forma característica, en general, dos animales que ilustran la dinámica del sistema binario y el aprendizaje que se puede ser obtenido.

Las cinco imágenes, de la XI a la XV, pueden considerarse como diversos aspectos del conocimiento superior, la voluntad o el propósito y, por supuesto, como la relación con el Ser Superior. Toda iniciación es la intención de conducir al iniciado a esta potencial interrelación. Por eso nos hemos referido a esta idea como "potencial no manifestado" en la Figura I.

La figura XV es la imagen concluyente que representa la finalización de la iniciación. Los tres "participantes" están sentados, lo que simboliza que el trabajo iniciático no tiene más movimiento. Esta imagen en particular se refiere principalmente al trabajo descrito aquí en el "Libro de Lambspring". Sabemos por experiencia que ahora la Gran Obra se encuentra en aceleración y dependerá del nivel de compromiso del iniciado.


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