Tintura de Sol u Oro

Disuelve, en un pequeño vaso Pyrex graduado (vaso de precipitados), en 25 ml de agua regia hecha con 3 partes de espíritu de sal y 1 parte de espíritu de nitro, 3 g de oro muy puro en láminas finas o de su cal canónica. Para disolverlo más rápidamente, calenté el agua regia a 40ºC en un pequeño horno eléctrico.

Una vez disuelta, viértela en un tubo de ensayo de vidrio graduado de 50 ml.

Muy lentamente, vierte sobre esta agua que contiene el oro disuelto 25 ml de éter. Si no se vierte el éter muy lentamente, reaccionará con el agua provocando efervescencia y rebosará fuera del tubo de ensayo perdiendo así su precioso contenido. El éter, debido a la diferencia de densidad, se superpondrá al agua regia.

En poco tiempo verás que el éter adquiere un bonito color amarillo, pero si esto no ocurre, introduce una varilla de vidrio en el fondo del tubo de ensayo, muévelo circularmente una vez y retíralo.

El oro disuelto en agua regia pasará al éter. Cuando notes que el éter empieza a reaccionar con el agua regia, es el momento de retirar todo el éter teñido con una jeringa de vidrio. Sácalo y viértelo en una retorta de vidrio Pyrex de 250 ml con tubuladora y un remetero con respirador.

Coloque la retorta en un pequeño horno eléctrico de temperatura controlada sobre un baño de arena.

Destile todo el éter con calor muy suave hasta que se reduzca a un aceite espeso. Saca la retorta del horno y colócala sobre un soporte adecuado para que no se rompa por la diferencia de temperatura.

Una vez enfriado, vierta en la retorta, sobre el aceite, 50 ml de espíritu de vino magníficamente rectificado cerca de 100% (98), que disolverá rápidamente el aceite y se teñirá de un bonito color amarillo azafrán.

Por último, filtrarlo si tiene heces.

Guarde la tintura en un frasco de vidrio oscuro herméticamente cerrado y protegido de la luz.

Esta magnífica tintura de oro o sol, os será muy útil en todos los casos en que el oro esté indicado.

Rubellus Petrinus

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